Recientemente tuve la oportunidad de visitar A Tartaruga, un encantador centro de educación preescolar situado en la Plaza Santa Gema, en Culleredo, A Coruña. Desde el primer momento, supe que había encontrado un lugar especial para los más pequeños, y me gustaría compartir mi experiencia.
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Al llegar, me sorprendió la ubicación del centro. A Tartaruga está en una zona tranquila y accesible, lo que lo convierte en un lugar ideal para que los padres dejen a sus hijos en un ambiente seguro y acogedor. La accesibilidad también es un punto a favor, ya que cuentan con acceso para sillas de ruedas, lo cual es fundamental para garantizar que todos los niños y sus familias se sientan bienvenidos.
Uno de los aspectos que más me impresionó fue la calidez del personal. Desde el momento en que entré, el equipo de educadores me recibió con sonrisas y un entusiasmo contagioso. Se nota que realmente se preocupan por cada niño que pasa por sus puertas. En mis conversaciones con ellos, me hicieron sentir que cada pequeño es tratado como un individuo único, con sus propias necesidades y talentos.
Aspectos destacados de A Tartaruga
Metodología educativa: Lo que más me llamó la atención es su enfoque educativo. A Tartaruga utiliza métodos que fomentan la creatividad y el aprendizaje a través del juego. Esto no solo es divertido para los niños, sino que también les ayuda a desarrollar habilidades fundamentales en un ambiente relajado y estimulante.
Instalaciones: Las instalaciones son amplias y bien cuidadas. Los espacios están diseñados para ser seguros y fomentar la exploración. Hay áreas de juego, aulas luminosas y zonas al aire libre donde los niños pueden disfrutar del aire fresco y aprender sobre la naturaleza.
Actividades variadas: El centro ofrece una variedad de actividades que se adaptan a las diferentes edades y etapas de desarrollo. Desde manualidades y música hasta juegos al aire libre, hay algo para cada niño. Esto es especialmente importante, ya que cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje y sus propios intereses.
Comunicación con los padres: Aunque no tienen una página web, el centro se esfuerza por mantener una comunicación abierta con los padres. Se organizan reuniones periódicas y se fomenta el feedback, lo que permite a los padres estar siempre al tanto del progreso de sus hijos.
Horarios convenientes: A Tartaruga tiene un horario flexible, abierto de lunes a viernes de 7:30 a 17:00. Esto es ideal para los padres que trabajan y necesitan un lugar donde dejar a sus hijos durante el día.
Reflexiones finales
Mi experiencia en A Tartaruga fue excepcional. Este centro de educación preescolar no solo se preocupa por el desarrollo académico de los niños, sino que también valora su bienestar emocional y social. La combinación de un equipo comprometido, instalaciones adecuadas y un enfoque educativo centrado en el niño hacen de A Tartaruga un lugar donde los padres pueden confiar plenamente.
Si estás buscando un centro preescolar en Culleredo, definitivamente te recomiendo visitar A Tartaruga. Con una calificación de 5 en 7 reseñas, no es de extrañar que este lugar haya ganado la confianza de tantas familias. ¡Estoy segura de que tu hijo estará en excelentes manos!
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